miércoles, 29 de enero de 2014

Una melodía empolvada

...Y así se empolvan de a poco las melodías mas dulces


Tengo un piano blanco, cubierto de polvo, que espera ser soplado, a que le quiten el polvo de encima que el tiempo cubrió. Espera que alguien tenga el agrado de sentarse y hacerlo sonar, el placer de que toquen una dulce melodía.
 Si alguna vez alguien se sentó y consiguió tocarlo y hacerlo sonar como nunca, donde cada nota era la adecuada y daba con el tono de su voz deliciosa. Creo que alguien podría llegar a volver a hacerlo alguna vez. Solo consiste en vivir y saber que llegara ese suceso que cambie la vida. Ese temblor que sucumba el piso, y vuele la cabeza.
 Lo sucesos suceden, solo hay que mantener calma y la paz. No esperarlos, solo hay que tener la alfombra roja a mano para darle la mejor recibida al suceso que nos cambie la vida y los manjares mas exquisitos en la mesa del corazón que ya no se mueve por una pata corta. 

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