Entre saber y entender ¿qué me queda?, todos los miedos quedaron atrás, miedos a abrir los ojos y verlo. Me dejo querer de una buena vez. La luz,l lega donde quiero, alumbra mis pies. Y esas dudas que alguna vez apagaron mi tiempo, dejaron de existir. La segunda oportunidad , al amor, puede existir. Sin recordar, sin remordimientos. La mirada al frente y segura, esperando a que venga, esperando es lo mejor y lo único. Comprendo una parte, y sé que no puedo dejar lo que fue, entiendo poco, creo y espero mucho, tal vez demasiado, saber que existes ya es suficiente ,en la existencia, un momento lo comprendo que existes y me alegras el instante. Entenderte quedo lejos, aun, en una parte si hoy se que nunca estuviste lejos es porque lo que sembramos no se acabara.
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| Regreso con el pincel y el color para matizar tu sonisa |
La vuelta al lugar indicado con quien deseas, te lleva una y otra vez en la memoria al lugar ideal, desear permanecer y alejarse, compartir todo sin reservas, tirando a matar, dándonos changüí, puro razonar, puro frenesí. Se escribe así nuestra historia: que funcione o no, que esté bien o mal , lo estoy viviendo y vivirlo con vos para mi es la gloria. Sin escatimar, sin darnos de más sin acelerar sin tirar para atrás, no arrepentirse, sin deseos mezquinos de felicidad y placer ajeno. Siempre fue así nuestro asunto: le falta de acá, le sobra de allá, retocándolo, pero siempre juntos. Es lo importante y esencial. Solo se feliz. Comprendo y entiendo, que regresa el miedo a perder, compartimos el miedo a perdernos, que después de tanto buscarnos, al final encontré una puerta, encontré la casa con la alfombra de bienvenido. Entre, y es el lugar, es mi hogar, es donde quiero quedarme. Regresa el amor y la pasión, el sudor de las palmas al tacto de la oscuridad, el roce de panzas y narices, piel con piel y el sabor es más dulce que la miel. Quedan muchas historias por escribirte, y me aterra la separación, uno en el tren y el otro en la estación, y me dices quédate tranquilo, que no va a pasar y en ese momento agradezco conocer la paz y la calma que me das. Quiero y deseo, más allá de otros objetivos, estar contigo para comprender motivos y la alegría de mirarte a los ojos, esos ojos, esos faroles que me miran y funde el corazón de hierro que se me hizo. Es difícil ocultar la sensación, pero me das un motivo y me quedo a amarte. Aunque no tenga dinero soy buen escultor, y te haría setecientos cincuenta y seis monumentos. En tu presencia me vuelvo el niño más dulce y el hombre que te defiende ante cualquier tempestad. Entre besos y cafés, entre silencios y suspiro, entiendo que no abría mis ojos, y ya no le temo a ese maldito yo cagon, que no jugaba y ponía un peso, entiendo que te vi, se que te deje entrar, comprendo que cerré la puerta y acá decidimos que nos vamos a quedar.
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